domingo, octubre 14, 2007

He pasado por esos momentos

Nunca voy a entender cuando me llama con voz de miedo y me pide que la saque de su casa. El lunes pasado, tuvo ganas de salir, de verme pero más que verme, preciento que se trataba de huir de algo que no supe hasta avanzadas las horas.
Quería ver una película, la que fuera, con tal de vivir algo que no conociera. Y como para no perder la costumbre la llevé al Normandie, llegamospara la última función y vimos una peli de esas que no me gustan pero que a ella la emocionan hasta las lágrimas.
Ese Scola me hizo el favor de haber hecho esa película. Pude consolarla, aunque reconozco que hubieron ratos en que disfruté mirando cómo tiritaba cada vez que un suspiro se le escapaba. Se veía frágil la Isabel. Me habría gustado hacerle cosquillas pero a estas alturas prefiero aguantarme y ponerme serio.
Después de la película, me pidió que la fuera a dejar a su casa. Eso hice y ya cuando llegamos, me invitó a sentarme en una banca y ahí nos quedamos, hablando de lo lindo, bueno así me sentía yo, contento. Pero ella estaba triste, media extraña. Empezó a desahogarse y yo no supe qué hacer ni cómo entender la historia que me contaba. Ahí me di cuenta que me he perdido de mucho y que ya no somos los amigos de antes y el tiempo ha pasado muy fuerte entre nosotros.
Hasta que me dio un tremendo abrazo y yo le prometí lo que siempre le prometo, porque a ella no la voy a dejar sola. Sé que tiene a alguien que la hace feliz y que a mi me tocó esta parte de la moneda, porque las cartas están marcadas y bueno, para variar me quedo sin la chica linda.

No hay comentarios.: