A ti, que no tienes nombre, que aún no veo:
Ven porque quiero recordar a el tacto de una piel que no sea la mía.
Sácame de estas ideas locas que tengo de irme lejos y borrarme el nombre.
Salirme de todo proyecto, toda iniciativa anterior al caos.
Creerme por un minuto algo más que un hombre.
Asaltar sorpresas, hacerte reír aunque te quede debiendo sonrisas.
Porque no sé quién eres ni dónde estás pasando las horas. No sé si existes más allá de esta frente que se enfría o de estas huellas que cargo y que nada de sentido tienen.
Necesito un par de ojos que justifiquen mi estadía en esta casa, cuando la ciudad prefiere no hacer bulla.
Abrazarme. Abrazarme y mirar el techo mudo, con insomnio.
Decadente.
Ven, porque espero aprender a desprenderme de tanto olvido.
Ven que aún es gratis dejar a medias los cigarrillos y los vuelos de las palomas.
Sácame de estas ideas locas que tengo de irme lejos y borrarme el nombre.
Salirme de todo proyecto, toda iniciativa anterior al caos.
Creerme por un minuto algo más que un hombre.
Asaltar sorpresas, hacerte reír aunque te quede debiendo sonrisas.
Porque no sé quién eres ni dónde estás pasando las horas. No sé si existes más allá de esta frente que se enfría o de estas huellas que cargo y que nada de sentido tienen.
Necesito un par de ojos que justifiquen mi estadía en esta casa, cuando la ciudad prefiere no hacer bulla.
Abrazarme. Abrazarme y mirar el techo mudo, con insomnio.
Decadente.
Ven, porque espero aprender a desprenderme de tanto olvido.
Ven que aún es gratis dejar a medias los cigarrillos y los vuelos de las palomas.