domingo, agosto 26, 2007

Jeans gastados

Hola. Regálame ese saludo cada vez que te pregunte por la hora. Me recuerdas a la chica que hasta no hace mucho dormía en mi hombro; ese tiempo en que todo era una promesa a su perfume. Olía inolvidable, hasta tu hola.
Y qué más da, si no hubo llanto, ni portazos, ni mayor intensidad en el acelerador cuando me tocaba volver a casa. Carretera al bolsillo, me puse la carretera y todo ese kilometraje playero, en el bolsillo. A mi ya no me sobran excusas ni preámbulos... ya no estrujo las introducciones ni las practico en el espejo.
Tú, tienes cara de espontaneidad, además de desconocida. Quizás te he visto ya tantas veces, que sólo me ha quedado grabada una señal de "adivinanza". Tu rostro es cada vez que ríes, una nueva forma de memorizar detalles, emociones.
Aunque la palabra futuro me quede grande y a penas hoy me he atrevido a afeitarme la barba, te diré para la próxima, cuál es mi lugar favorito en la ciudad y si quieres pasear conmigo y regalarme unos relojes pausados.

1 comentario:

Candelaria dijo...

Muy, muy bueno.